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Oremos

Oraciónes de la maƱana 

Oracion de ofrecimiento

 

Señor Jesús:

Te entrego mis manos para hacer tu trabajo.
Te entrego mis pies para seguir tu camino.
Te entrego mis ojos para ver como tĆŗ ves.
Te entrego mi lengua para hablar tus palabras.
Te entrego mi mente para que tĆŗ pienses en mĆ­.
Te entrego mi espĆ­ritu para que tĆŗ ores en mĆ­.
Sobre todo te entrego mi corazón para que en mí
ames a tu Padre y a todos los hombres.
Te entrego todo mi ser para que crezcas tĆŗ en mĆ­,
para que seas tĆŗ, Cristo, quien viva, trabaje y ore en mĆ­.
AmƩn.

Oraciónes de la tarde 

ANGELUS

 

El Ɣngel del SeƱor anuncio a Marƭa
y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve MarĆ­a…
He aquƭ la esclava del SeƱor.
HÔgase en mí según tu palabra.
Dios te salve MarĆ­a…
Y el verbo se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve MarĆ­a…
ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
De nuestro SeƱor Jesucristo.
Oremos: Derrama SeƱor tu gracia sobre todos
Nosotros que hemos conocido por el anuncio del
Ôngel la encarnación de tu hijo, para que lleguemos,
por su pasión y su Cruz, a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo Nuestro SeƱor.
AmƩn.

Oraciónes de la noche

Así como nuestro primer pensamiento del día debe ser para Dios, también debe serlo el último. No se te pase nunca por alto la oración de la noche, antes de acostarte.

Dios mío, Jesucristo: Te doy gracias por todos los beneficios que has dispensado en este día. Te ofrezco mi sueño y todos los momentos de esta noche y te pido me conserves en ella sin pecado. Por esto me pongo dentro de tu santísimo Costado y bajo el manto de mi Madre, la Virgen María. Asístanme y guÔrdenme en paz los santos Ángeles y venga sobre mí tu Bendición.

 

Examina ahora brevemente tu conciencia, meditando sobre los puntos siguientes:

Pensamientos:
ĀæConsentĆ­ voluntariamente en algĆŗn mal pensamiento…., en el deseo o complacencia de alguna cosa impura?

Palabras:
ĀæPronunciĆ© malas palabras…, juramentos…, murmuraciones…, mentiras…,?
ĀæTuve conversaciones deshonestas?

Obras:
ĀæOmisión de la Misa en dĆ­as de precepto? ĀæDesobediencias…, impaciencias…, hurtos…,? ĀæMalas miradas o acciones impuras…? ĀæExcesos en comidas o bebidas…, juegos y diversiones…? ĀæCómo he cumplido mis deberes?

Pide perdón a Dios de todo corazón y di con dolor:

 

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de heberte ofendido;

Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca mƔs pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.

 

 

Padre Nuestro, Ave MarĆ­a, Credo.

 

Angel de Dios, Ôngel de Dios: ya que la soberana Piedad a Ti me encomendó, ilumíname, rígeme, guardame y gobiérname en esta noche. Amén.

Visita, Señor, esta habitación y ahuyenta de ella todas las asechanzas del enemigo. Estén aquí tus santos Ángeles, que nos guarden en paz, y Tú danos tu Santa Bendición, por los méritos de Cristo Nuestro Señor. Amén.

Oraciónes de las 3pm

La hora de la divina misericordia

ā€œEn esta Hora nada le serĆ” negado al alma que lo pida por los mĆ©ritos de Mi Pasión...ā€

Nuestro SeƱor le reveló a Santa Faustina las 3:00 pm como la ā€œHora de la gran Misericordia para el mundo enteroā€, la hora en que ā€œla Misericordia triunfó sobre la justiciaā€, invitĆ”ndola a que en esa hora se ā€œsumergieraā€ en  Su dolorosa Pasión, rogando por la Misericordia y demĆ”s gracias, particularmente para los pecadores.

 

 

En esta hora es necesario venerar y alabar la Misericordia Divina e implorar las gracias necesarias para todo el mundo, especialmente para los pecadores. JesĆŗs pone tres condiciones para que la oración elevada en la Hora de la Misericordia sea escuchada: a) Debe ser dirigida a JesĆŗs; b) Debe hacerse a las tres de la tarde; c) Debe apoyarse en los mĆ©ritos de la Pasión de Cristo.

 

A estas condiciones hay que aƱadir otras tres mĆ”s, a saber:  a) La oración ha de estar de acuerdo con la Voluntad de Dios; b) La oración debe ser hecha con fe y con perseverancia; c) La oración debe estar  dispuesta a cumplir con el mandamiento del amor activo hacia el prójimo, es decir, la prĆ”ctica de las obras de misericordia.

 

"Te recuerdo, hija MĆ­a, que cuantas veces oigas el reloj dando las tres, sumĆ©rgete totalmente en Mi Misericordia, adorĆ”ndola y glorificĆ”ndola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada alma.  En esa Hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demĆ”s.  En esa Hora se estableció la gracia para el mundo entero:  la Misericordia triunfó sobre la justicia.  Hija MĆ­a, en esa Hora procura rezar el VĆ­a Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no puedes rezar el VĆ­a Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el SantĆ­simo Sacramento a Mi Corazón que estĆ” lleno de Misericordia.   Y si no puedes entrar en la capilla, sumĆ©rgete en oración allĆ­ donde estĆ©s, aunque sea por un brevĆ­simo instante.  Exijo el culto a Mi Misericordia de cada criatura,  pero primero de ti, ya que a ti te he dado a conocer este misterio de modo mĆ”s profundo."  (Diario, 1572)

 

ORACIONES

 

JesĆŗs, Verdad Eterna, Vida nuestra, Te suplico e imploro Tu Misericordia para los pecadores. Oh SacratĆ­simo Corazón, Fuente de Misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los  pecadores. Oh JesĆŗs, recuerda Tu Amarga Pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan Preciosa, SantĆ­sima Sangre Tuya. Oh JesĆŗs, cuando considero el alto precio de Tu Sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota es suficiente para salvar a todos los pecadores. Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamĆ”s podrĆ” ser igualado (...) El Cielo y la tierra podrĆ”n cambiar, pero jamĆ”s se agotarĆ” Tu Misericordia. Ā”Oh, que alegrĆ­a arde en mi corazón, cuando contemplo Tu Bondad inconcebible, oh JesĆŗs mĆ­o! Deseo traer a todos los pecadores a Tus pies para que glorifiquen Tu Misericordia por los siglos de los siglos. AmĆ©n.

 

Hoy JesĆŗs me dijo: "Deseo que conozcas mĆ”s profundamente el Amor que arde en Mi Corazón por las almas y tu comprenderĆ”s esto cuando medites Mi Pasión.  Apela a Mi Misericordia para los pecadores, deseo su salvación. Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algĆŗn pecador, le concederĆ© la gracia de la conversión. Esta oración es la siguiente (Diario, 186):

 

"Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros: En Ti confío."

 

 

Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamÔs recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla.
 

AyĆŗdame a que mis oĆ­dos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
 

AyĆŗdame, oh SeƱor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamĆ”s hable negativamente de mi prójimo sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.
 

AyĆŗdame, oh SeƱor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mĆ­ las tareas mĆ”s difĆ­ciles y mĆ”s penosas.
 

AyĆŗdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero estĆ” en el servicio a mi prójimo.
 

AyĆŗdame, oh SeƱor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusarĆ© mi corazón. SerĆ© sincera incluso con aquellos de los cuales sĆ© que abusarĆ”n de mi bondad. Y yo misma me encerrare en Tu Misericordioso Corazón. SoportarĆ© mis propios sufrimientos en silencio. 
 

Que Tu Misericordia, oh SeƱor mĆ­o, repose dentro de mĆ­. TĆŗ Mismo me mandas ejercitar los tres grados de la misericordia.

 

El primero: la obra de misericordia, de cualquier tipo que sea.

 

El segundo: la palabra de misericordia; si no puedo llevar a cabo una obra de misericordia, ayudarĆ© con mis palabras. El tercero: la oración. Si no puedo mostrar misericordia por medio de obras o palabras, siempre puedo mostrarla por medio de la oración. Mi oración llega hasta donde fĆ­sicamente no puedo llegar. Oh JesĆŗs mĆ­o, transfórmame en Ti, porque TĆŗ puedes hacer todo.  (Diario, 163)

 

Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu AmadĆ­simo Hijo, nuestro SeƱor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.  (Diario, 476).

 

Oh Dios Eterno, en quien la Misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu Misericordia en nosotros, para que en momentos difĆ­ciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu Santa Voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos. AmĆ©n. (Diario, 950).

 

 

Expiraste, JesĆŗs, pero la Fuente de Vida brotó inmensamente para las almas, y el OcĆ©ano de Misericordia se abrió por todo el mundo. O Fuente de Vida, Oh Misericordia Infinita, abarca el mundo entero y derrĆ”mate sobre nosotros. (Diario, 1319).

 

ORACIONES

 

Te saludo, Misericordiosísimo Corazón de Jesús,
Viva Fuente de toda gracia,
Único amparo y refugio nuestro,
En Ti tengo la luz de la esperanza.

Te saludo, Corazón Piadosísimo de mi Dios,
Insondable, viva Fuente de Amor,
De la cual brota la vida para los pecadores,
Y los torrentes de toda dulzura.

Te saludo, Herida abierta del Sacratísimo Corazón,
de la cual salieron los rayos de la Misericordia
Y de la cual nos es dado sacar la vida,
Únicamente con el Recipiente de la confianza.

Te saludo, Inconcebible Bondad de Dios,
Nunca penetrada e insondable,
Llena de Amor y de Misericordia, siempre santa,
Y como una buena madre inclinada sobre nosotros.

Te saludo, Trono de la Misericordia, Cordero de Dios,
Que has ofrecido la vida por mĆ­,
Ante el cual mi alma se humilla cada dĆ­a,
Viviendo en una fe profunda.   

(Diario, 1321).

 

Te saludo, oh Pan de los Ɣngeles,
Con profunda fe, esperanza, amor,
Y de lo profundo del alma Te adoro,
Aunque soy una nulidad.

Te saludo, oh Dios oculto,
Y Te amo con todo el corazón,
No me estorban los velos del misterio,
Te amo como los elegidos en el Cielo.

Te saludo, oh Cordero de Dios,
Que quitas las culpas de mi alma,
A quien acojo en mi corazón cada mañana,
Y Tú me ayudas en mi salvación.

(Diario, 1324. Cracovia, 20-X-1937)

 

Parroquia
San Ildefonso

Calle Puerto Melaque 3765

Col. Los Arrayanes

C.P. 44766

Guadalajara, Jalisco Mexico

 

​Telefono : ​01 (33) 3608 5358

Email : san_ildefonso_gdl@outlook.com

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